Ante la inminente recuperación de los precios del petróleo y el avizoramiento de un fin a la crisis de COVID-19 el reconocido experto en energía, Eduardo Dagdug Contreras, a su llegada ayer a esta ciudad, auguró que el 2021 pinta bastante mejor para las empresas petroleras que han sabido consolidarse, reducir costos y responder a las señales del mercado.
Cuestionado sobre que esperar este año explicó que esto se debe a la creciente disponibilidad de la vacuna contra el Covid-19 y el acuerdo por parte de miembros de la OPEP firmado a principios de diciembre para ajustar la cuota de producción, y que han incrementado gradualmente el precio del petróleo alcanzando 50 dólares por barril en semanas recientes algo que no se veía desde marzo.
“Ese acuerdo prevé aumentar la producción de miembros de OPEP unos 500 mil barriles diarios a partir de enero de 2021, con ajustes mensuales, en lugar de los 1.9 mbd que se tenían planeados anteriormente. Limitando la producción total a principios del próximo año a 7.2 mbd con el objetivo de asegurar un suelo firme en los precios del petróleo”, destacó.

El empresario tabasqueño sostuvo que se está dando una recuperación en la demanda global de combustibles, impulsada por los mercados más importantes como el asiático, por lo que según la OPEP se estima que la demanda global a mediados del 2021 será de 95.89 mbd, es decir 5.90 mbd mayor que en 2020.
“Pareciera que finalmente se ve la luz al final del túnel para la industria petrolera. Sin embargo, será un reto importante lograr la estabilidad en el mercado energético y mantener precios estables a largo plazo. Rystad Energy estima que durante 2021 las inversiones en upstream caerán 30 por ciento. El gasto de capital global upstream (solamente petróleo) fue de 224 billones en 2020 comparado con 329 billones en 2019”, indicó.
Dagdug aseguró que la falta de inversión en proyectos que permitan incrementar la oferta de petróleo en el futuro y la proyección de la demanda global al alza por la recuperación económica podría significar mayor volatilidad en los mercados y una encrucijada peor a la que se vivió en 2014.
“Después de un año turbulento y sin precedentes para el mercado, que ha ocasionando pérdidas e incrementado la deuda pública y privada a niveles exorbitantes. Como resultado, las empresas internacionales petroleras con las mejores prácticas están cada vez más enfocadas en priorizar el valor de sus operaciones por encima del volumen. Esto les permite ser más resilientes frente a un entorno de alta volatilidad en los precios del petróleo”, refirió.
Finalmente, señaló que Pemex, al ser la compañía petrolera más endeudada del mundo, enfrentará retos importantes el próximo año si no replantea su estrategia en respuesta a las señales del mercado.