Por Leopoldo Gallegos
Partiendo de la premisa de que todo es susceptible de mejora y de que existe una imperante responsabilidad de cualquier gobierno, de generar las condiciones para el adecuado y eficiente aprovechamiento de los recursos públicos en aras de la generación de bienestar y prosperidad social.
El analista y consultor gubernamental, Aldo Burelo Cacho, considera tanto a la innovación gubernamental, como a los principios del Buen Gobierno, las herramientas por excelencia para lograrlo.
Burelo asegura, que la innovación gubernamental representa un incentivo para el abandono de viejas prácticas que merman la generación de resultados y fomentan la corrupción.
Ya que para el consultor, la adopción de una política integral de mejora continua al interior de la administración pública, promueve no sólo el rediseño y sistematización de procesos, la implementación de modelos de calidad y el uso de nuevas tecnologías para el control e intercambio de información estratégica, sino que a su vez, considera a la planeación, la evaluación oportuna y a la rendición de cuentas como indispensables; lo que garantiza el eficiente aprovechamiento de los recursos públicos, además de colocar al ciudadano, como contralor social, eje y beneficiario real de la acción de gobierno.
Mientras que, en cuanto a los principios del Buen Gobierno, Burelo Cacho los considera como una guía práctica para el adecuado desempeño de la función pública. Ya que para el consultor, a través de la participación ciudadana, la transparencia, la sensibilidad, el consenso, la equidad, la efectividad, la rendición de cuentas, y por supuesto, la ética y la honestidad, se garantizan en mayor medida los resultados, mientras se refrenda la confianza de los ciudadanos depositada en las autoridades.