Edgar Prz
Las elecciones del domingo, fueron un parteaguas en la vida política del País. Muchos se encandilaron con la presencia de Amlo , abandonaron al Partido de sus amores y brincaron la albarrada para refugiarse en Morena.
Los resultados obtenidos por el PRI son una bocanada de aire fresco, es una transfusión de oxígeno que le permite no solo mantener erguida la cabeza sino moverse para empezar a pararse nuevamente.
Por el Norte se escribe la historia, así ha sido siempre en nuestro país y ahora de nueva cuenta se refleja al propinarle una severa y contundente derrota al partido en el poder. Aunque a decir verdad, Morena dejó ver que esta vació por dentro, es como una caja hueca, es solo resonancia.
No es la importancia por el numero de votos que representan Coahuila e Hidalgo, no, es por el momento en que sucede. En donde el gobierno federal estaba empezando a despegar y a dominar todos los espacios habidos y por haber.
Es más, Morena se daba el lujo de no tener dirigencia formal y por su divisionismo interno traducido en “fuego amigo”, esa instancia que debería velar por su supervivencia como Partido en el poder, esta enfrascado desde hace meses en una lucha intestina, tanto a nivel federal como local.
Amlo les diría, no me ayudes compadre; saldrán infinidad de lecturas, buscarán responsables para achacarle el muerto, fabricarán mil y un argumentos para justificar la derrota. Si tuvieran una pizca de humildad reconocerían de manera tácita que el resultado no les fue nada favorable.
Al principio de la gestión federal, el Norte fue de las zonas del país más afectadas, al ponerse como prioridad las obras emblemáticas como la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, infraestructura al por mayor y toda la atención gubernamental.
Los campos agrícolas sufrieron el retiro de los seguros, el nulo apoyo a los productores, los conflictos para transportar sus productos y mercancías a USA, la inseguridad con el combate al huachicoleo, la cancelación de los fideicomisos, la negativa a los permisionarios de las minas, todo un rosario de situaciones que fueron lentamente mermando la confianza en el gobierno.
El cobro de la factura fue de manera inmediata no se hizo esperar. La gente quiere un gobierno que le dé respuestas y no se avoque a hurgar en el pasado para echarle la culpa de todos los males. Después de dos años de ejercicio ya se nota de que material están hechos.
Amlo está caminando en solitario y el Partido que se “supone” lo debe acompañar, anda extraviado, perdido, inmerso en su propia miel, no buscan la salida, son antropófagos se comen entre ellos. No han despertado del festejo del triunfo del 18 y piensan que las glorias son eternas.
Amargo despertar dirían algunos, hay que encontrarle lo positivo y tiene más que negativo. Están en el poder y tienen bastante tiempo para enmendar y corregir sus errores, haciendo a un lado la banalidad y la soberbia.
A veces Amlo da la impresión que este escenario ya lo tenía planeado, un” Deja Vu”; recordemos que hace pocos días autorizaron la creación de tres Partidos Políticos de “izquierda” disfrazada, todos afines al Presidente; entonces para el 2021 participará con seis opciones en la boleta electoral, estos tres más sus rémoras el Verde y el PT.
Amlo es capaz de reemplazar a Morena si ve que ya no le sirve, tiene un abanico amplio de opciones y súmele el conglomerado llamado la Cuarta Transformación.
Este reflejo de Coahuila e Hidalgo podría replicarse en otros estados, si los liderazgos de Morena no tienen la madurez para ponerse de acuerdo y procuren construir la unidad del Partido.
Morena como gobierno deja mucho que desear, esto demuestra que no es lo mismo ser oposición que gobierno. No es solo gritar e impresionar, hay que trabajar y dar resultados. El solitario del Palacio Nacional no podrá con la inmensidad de los problemas del país si sus gobiernos estatales y municipales en nada le ayudan. Ejemplo Othoniel en O. P. Blanco.
Ahora fue Amlo el derrotado, a principios de noviembre perderá otro brazo operador con Donald Trump, se empieza a carcomer la estructura y a caerse los apoyos del gobierno.
Cierto es que las condiciones estatales no son homogéneas, pero este pequeño triunfo alcanzó hasta a la dirigencia estatal del PRI en Quintana Roo, quienes después de meses de estar a oscuras, agazapados en las tinieblas, pudieron al fin abrir las botellas de champagne del sexenio anterior.
Ya estaban quemadas las Sidras al igual que ellos pero, las tomaron sin hacer gestos. En ese espejo se han visto muchas veces, por ello en lugar de tirar las campanas al vuelo, mejor pónganse a trabajar y no quedarse en la celebración de triunfos ajenos.
Aquellos gozan de gobiernos priistas, mantienen sus estructuras y han dado resultados, así los calificó la gente y triunfaron. Los de aquí están aún en su proceso de depuración, amague y tirando maldiciones a quienes los siguen abandonando.
Ojalá lo del domingo sea motivación y no se convierta en su carta de presentación. Cada elección es diferente y además, la gente elige a quienes dan resultados no ha quienes han sido reprobados.
Candy Ayuso de inmediato le ordenó a Alonso Ovando que pongan el altar del Hanal Pixan con fotos de Amlo y de los líderes de Morena, según ya huelen a difuntos, usted que opina?
Mejor seguiré caminando y tarareando “no estaba muerto andaba de parranda”….