Con base en los señalamientos y las recomendaciones de los colegios de Ingenieros Civiles de Yucatán y de Ingenieros Civiles del Sureste, se atendieron los aspectos más apremiantes respecto a la estructura de concreto y al control del flujo hidráulico en el “paso deprimido”, para ponerlo en operación de manera pronta y segura tras estar cerrado por inundación cerca de tres meses, señaló David Loría Magdub, director de Obras Públicas del Ayuntamiento de Mérida.
Los últimos trabajos consistieron en retirar tres placas de concreto hidráulico dañadas que en conjunto abarcaban 42 metros cuadrados, en ellas corría una grieta de dos centímetros de ancho por donde “supuraba” agua del manto freático.
El funcionario confió en que mañana sábado o el domingo la vialidad se restablezca en ambos sentidos. “Dijimos que podría abrirse a la circulación en agosto y así será”.
Asimismo, refirió que los ingenieros colegiados siguen trabajando en un proyecto de mejora para el “paso deprimido”, a fin de evitar que vuelvan a darse situaciones como las que lo inhabilitaron por tanto tiempo.
“No tenemos aún un proyecto de mejoras o adecuaciones para la vialidad ni hay el recurso considerado para llevarlas al cabo, pero es bueno tenerlo para conocer las opciones que existan para evitar que se inunde, aunque con lo que hemos hecho y las nuevas bombas podríamos decir que la situación está controlada y podríamos mantener en operación el paso aún en condiciones de una fuerte lluvia”, explicó. “Se habla de restarle un metro a la profundidad actual de la superficie de rodamiento, pero no es la única alternativa que se contempla”.